Espinacas picadas IQF

Mucha gente piensa que las espinacas congeladas son perjudiciales para la salud y, por lo tanto, no son tan frescas ni nutritivas como las crudas. Sin embargo, un nuevo estudio demuestra que su valor nutricional es mayor que el de las crudas. En cuanto se cosechan las frutas y verduras, sus nutrientes se descomponen lentamente, y para cuando la mayoría de los productos llegan al mercado, ya no están tan frescos como cuando se recolectaron.

Un estudio de la Universidad de Manchester en Reino Unido confirmó que las espinacas son una de las mejores fuentes de luteína, muy eficaz para prevenir la “degeneración macular” causada por el envejecimiento ocular.

La espinaca es suave y fácil de digerir después de cocinarla, especialmente adecuada para personas mayores, jóvenes, enfermos y personas con problemas de salud. Quienes trabajan con computadoras y quienes aman la belleza también deberían consumirla; las personas con diabetes (especialmente las de tipo 2) suelen consumirla para ayudar a estabilizar el azúcar en sangre. Asimismo, la espinaca también es adecuada para pacientes con hipertensión arterial, estreñimiento, anemia, escorbuto, piel áspera y alergias; no es adecuada para pacientes con nefritis y cálculos renales. La espinaca tiene un alto contenido de ácido oxálico y no debe consumirse en exceso de una sola vez; además, las personas con deficiencia de bazo y heces blandas no deberían consumirla en exceso.
Al mismo tiempo, las verduras de hoja verde también son una buena fuente de vitamina B2 y β-caroteno. Cuando hay suficiente vitamina B2, los ojos no se enrojecen fácilmente; además, el β-caroteno puede convertirse en vitamina A en el organismo para prevenir la sequedad ocular y otras enfermedades.
En una palabra, las verduras congeladas pueden ser más nutritivas que las frescas que han sido transportadas a largas distancias.