¿Quién no aprecia la comodidad de comer productos congelados de vez en cuando? Están listos para cocinar, no requieren preparación y no hay riesgo de perder un dedo al cortarlos.
Sin embargo, con tantas opciones en los pasillos de los supermercados, elegir cómo comprar verduras (y luego prepararlas en casa) puede ser una tarea abrumadora.
Cuando la nutrición es el factor decisivo, ¿cuál es la mejor forma de aprovechar al máximo su inversión en nutrición?
Verduras congeladas vs. frescas: ¿cuáles son más nutritivas?
La creencia predominante es que los productos frescos y crudos son más nutritivos que los congelados... aunque eso no es necesariamente cierto.
Un estudio reciente comparó productos frescos y congelados y los expertos no encontraron diferencias reales en el contenido nutricional. Fuente confiable De hecho, el estudio mostró que los productos frescos obtuvieron peores resultados que los congelados después de 5 días en el refrigerador.
¿Ya te preguntaste? Resulta que los productos frescos pierden nutrientes si se refrigeran demasiado tiempo.
Para aumentar la confusión, las ligeras diferencias en los nutrientes pueden depender del tipo de producto que se compre. En otro estudio reciente, los guisantes frescos contenían más riboflavina que los congelados, pero el brócoli congelado contenía más de esta vitamina B que el fresco.
Los investigadores también descubrieron que el maíz, los arándanos y las judías verdes congelados tenían más vitamina C que sus equivalentes frescos.

Los alimentos congelados pueden conservar su valor nutricional hasta un año.
¿Por qué los productos frescos tienen pérdida de nutrientes?
El proceso de la granja a la tienda podría ser el responsable de la pérdida de nutrientes en las verduras frescas. La frescura de un tomate o una fresa no se mide desde que llega al supermercado, sino que comienza justo después de la cosecha.
Una vez que se recoge una fruta o verdura, comienza a liberar calor y perder agua (un proceso llamado respiración), lo que afecta su calidad nutricional.

Las verduras recogidas y cocinadas en su punto óptimo son muy nutritivas.
Luego, los aerosoles para controlar plagas, el transporte, la manipulación y el tiempo mismo hacen que los productos frescos pierdan algunos de sus nutrientes originales cuando llegan a la tienda.
Cuanto más tiempo se conservan los productos, más nutrientes se pierden. Las ensaladas envasadas, por ejemplo, pierden hasta el 86 % de su vitamina C tras 10 días en el refrigerador.
Hora de publicación: 18 de enero de 2023