Calabaza amarilla cortada en rodajas IQF
Descripción | Calabaza amarilla cortada en rodajas IQF |
Tipo | Congelado, IQF |
Forma | Rebanado |
Tamaño | Diámetro: 30-55 mm; Espesor: 8-10 mm, o según los requisitos del cliente. |
Estándar | Grado A |
Estación | Noviembre al próximo abril |
Vida propia | 24 meses a -18°C |
Embalaje | Caja de cartón a granel de 1×10 kg, caja de cartón de 20 lb×1, caja de cartón de 1 lb×12, Tote u otro embalaje minorista |
Certificados | HACCP/ISO/KOSHER/FDA/BRC, etc. |
Las rodajas de calabaza amarilla congeladas son un ingrediente práctico y fácil de usar que te ahorra tiempo en la cocina. Es una verdura rica en nutrientes, rica en vitaminas A y C, potasio y fibra. Al congelarlas, puedes conservar su valor nutricional y disfrutarlas todo el año.
Para congelar rodajas de calabaza amarilla, primero lave y corte la calabaza en trozos iguales. Escalde las rodajas en agua hirviendo durante 2-3 minutos y luego páselas a un baño de hielo para detener la cocción. Una vez frías, séquelas con papel absorbente y colóquelas en una bandeja para hornear. Coloque la bandeja en el congelador y congélelas hasta que estén sólidas, generalmente unas 2-3 horas. Una vez congeladas, transfiera las rodajas a un recipiente o bolsa aptos para congelador y etiquételas con la fecha.
Una de las ventajas de usar rodajas de calabaza amarilla congeladas es su practicidad. Se pueden conservar durante varios meses en el congelador, lo que permite tener acceso a esta nutritiva verdura incluso fuera de temporada. Las rodajas de calabaza amarilla congeladas se pueden usar en diversas recetas, como salteados, guisos, sopas y estofados. También se pueden asar o cocinar a la parrilla para una deliciosa guarnición.
Otra ventaja de usar rodajas de calabaza amarilla congelada es su versatilidad. Se pueden combinar con otras verduras congeladas, como brócoli o coliflor congelados, para crear un salteado rápido y fácil. También se pueden añadir a sopas y guisos para mayor nutrición y sabor. Las rodajas de calabaza amarilla congelada pueden sustituir a la calabaza fresca en la mayoría de las recetas, lo que las convierte en un ingrediente práctico y que ahorra tiempo.
En conclusión, las rodajas de calabaza amarilla congeladas son un ingrediente práctico y versátil que ahorra tiempo en la cocina y ofrece los mismos beneficios nutricionales que la calabaza fresca. Se pueden conservar en el congelador durante varios meses y usarse en diversas recetas, desde salteados hasta sopas y guisos. Al congelar las rodajas de calabaza amarilla, podrá disfrutar de esta nutritiva verdura durante todo el año.

